- DIRECTOR: Martin Brest
- ACTORES: Al Pacino, Chris O'Donnell, Gabrielle Anwar, James Rebhorn, Philip Seymour Hoffman, Richard Venture, Bradley Whitford, Ron Eldard
- CRITICA: En su momento ésta película me pareció una estupenda película, por muchos motivos, tenía gran recuerdo de ella, ahora vuelta a ver años después tengo que decir que me sigue pareciendo igual de buena, una película a reinvindicar.
Este remake de una película italiana, la cual no he visto, trata sobre un joven estudiante que acepta un trabajo para cuidar de un militar retirado e invidente durante el fin de semana de Acción de Gracias. Lo que al principio es una relación harto complicada, se convertirá en una relación que aportará muchas cosas a ambos.
La película comienza con la historia del joven Charlie Simms y el problema que le surge en la universidad, que sirve para presentar a uno de los protagonista, y luego pasa a presentar al otro, al Teniente Coronel Frank Slade, dos personas totalmente diferentes y que chocan al principio, pero que poco a poco, tras un alocado viaje a Nueva York, se servirán de apoyo el uno al otro, consiguiendo al final del mismo retomar un poco sus vidas hacia una mejor situación en ambos casos.
A pesar de ser una película de algo más de dos horas y media, no se hace larga ni tiene ningún bajón importante en su desarrollo, consigue siempre mantenerse viva, mezclando escenas con un tono más divertido con otras más sentidas, a veces te saca una sonrisa y otras te conmueve.
Gran parte de la fuerza que tiene ésta película es gracias a los dos personajes principales, un joven e inocente lazarillo, al que da vida un estupendo Chris O'Donnell, y el amargado militar ciego que quiere vivir intensamente antes de suicidarse, interpretado por un extraordinario Al Pacino, el cual aporta los mejores momentos del filme, con unas frases memorables.
La interpretación de Pacino es realmente soberbia, creo que ganó el Oscar merecidamente y no por compensarle una carrera que ya era espectacular. Consigue resultar totalmente creíble haciendo de invidente, además de ser un personaje repelente durante gran parte de la película, una persona enfadada con la vida y como le ha tratado ésta.
Chris O'Donnell realiza también una buena labor interpretativa, es una elección perfecta para dar vida a ese joven lleno de inocencia y rectitud, desde luego prometía mucho éste actor y luego su carrera ha quedado en poca cosa.
Destacar de entre los secundarios a un jovencísimo Philip Seymour Hoffman, en un papel secundario pero con bastante importancia en el desarrollo de la trama, el cual solventa notablemente.
Uno de los aspectos que siempre me maravilló de ésta estupenda película fue su preciosa banda sonora, uno de los primeros trabajos importantes del gran Thomas Newman, un score que escuché cientos de veces y que me hizo ser fan de ese gran compositor.
Me gustaría destacar dos escenas que son de las más recordadas de ésta película, como son la escena del tango y la escena final en la que el personaje de Pacino habla en la universidad, la primera llena de sensualidad y con un tango precioso y la segunda una escena con un discurso sobre la honestidad y la moral que es un broche perfecto para la película.
Por comentar algo negativo... la escena del Ferrari, un poco exagerada, pero es algo sin mucha importancia dentro del conjunto.
En resumen, una película que me encanta y creo que está infravalorada, a pesar de que en general tiene críticas positivas o muy positivas. La recomiendo sin duda, sobre todo a quien le guste este tipo de cine para poder disfrutarlo.
Mi nota: 8,5
Saludos.
Kasko.
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