- DIRECTOR: Steven Spielberg
- ACTORES: Liam Neeson, Ben Kingsley, Ralph Fiennes, Caroline Goodall, Jonathan Sagall, Embeth Davidtz, Norbert Weisser, Martin S. Bergmann, Mark Ivanir, Malgorzata Gebel
- CRITICA: Cada cierto tiempo me gusta revisionar películas que me marcaron como espectador en el cine, y sin duda alguna, "La lista de Schindler" es una de ellas.
Poco hay que decir ya a estas alturas de esta obra maestra, 20 años después de su estreno, por lo que tampoco me explayaré demasiado en mis comentarios.
Como toda gran película, es un placer volver a verla, y disfrutar de ella, aunque creo que este visionado ha sido el más difícil para mí, sin contar cuando acudí al cine a verla de estreno. Difícil porque me sigue impactando cada una de sus escenas más descarnadas, me sobrecogen y me dejan hecho polvo al acabar de ver la película.
Aunque también me hace volver a apreciar sus muchas virtudes y sentir que he visto una de las mejores películas de todos los tiempos, de esas que todo el mundo debería ver, sobre todo para que no se olvide uno de los capítulos más aborrecibles de la historia de la humanidad.
Quién suela leer mis reseñas, sabrá que soy un gran admirador de Steven Spielberg, uno de los grandes directores de siempre, al que se le ha colgado más de una etiqueta que me parece injusta e inmerecida. Incluso la mayor parte de detractores de Spielberg, no puede criticar a "La lista de Schindler", más allá de ese final que generó críticas dispares. Salvo esa escena, me parece imposible hablar mal de esta película.
La historia, basada en hechos reales, está narrada con un pulso narrativo perfecto, a pesar de sus más de 190 minutos de duración, ya que consiguen mantenerte pegado al asiento.
Tras un inicio que sirve para presentar a Oskar Schindler y sus planes para hacerse rico a costa de los judios, Spielberg comienza a mostarnos la cruda realidad de los guetos y el trato que recibieron los judíos. Y lo hace sin intentar suavizar nada, vez la frialdad con la que eran asesinados y tratados como animales.
Las primeras escenas de este tipo te dejan frío, por su realismo y por la naturalidad con la que ocurren, y poco a poco va subiendo en intensidad, hasta que parece el personaje de Amon Goeth, sin duda uno de los personajes más detestables que recuerdo.
Esa escena en la que asaltan el gueto judío es de una crudeza extrema, consigue hacer mella en el espectador por su intensidad y por todo lo que ocurre durante la misma. Tal vez sea una de las escenas más impactantes que recuerdo.
Pero hay otras que son también escenas duras y que te hacen encogerte mientras las ves, por ejemplo algunas que ocurren en los campos de concentración, o cuando el ya nombrado Amon Goeth dispara con un rifle desde su balcón...
El nivel técnico de la película es asombroso, hace que todo parezca real y que por momentos te sientas metido en la misma. Spielberg siempre se caracterizó por ser un director muy técnico, con una gran visión para hacer películas divertidas, de gran ritmo, pero con "La lista de Schindler" sorprendió a todos al conseguir aplicar esa calidad formal a una historia tan dura y tan emotiva, y conseguir un resultado redondo.
La fotografía en blanco y negro es uno de los mayores aciertos de la película, porque no te hace echar de menos ni por un segundo el color, aporta una tremenda frialdad al conjunto, aparte de ser una fotografía muy cuidada y vistosa. Y el detalle de mostrar únicamente color en el abrigo de una niña, es un punto que aporta más de lo que podría parecer en principio.
Sobre el diseño de producción poco que decir, es algo en lo que los trabajos de este director nunca defraudan, y aquí no iba a ser menos.
Y otro aspecto que siempre sobresale en las películas de Spielberg, es, como no, la banda sonora del maestro John Williams. Es una pareja que con los años nos han ido dejando verdaderas maravillas, que han alcanzado un nivel de compenetración sorprendente.
El trabajo de Williams es sobrecogedor, componiendo una banda sonora preciosa y de una emotividad absoluta. Como siempre, la música se integra a la perfección con las escenas, y si oyes la música por separado, te viene a la mente la película gracias a esa unión entre música e imágenes que consigue este compositor.
Sobre el reparto no se puede objetar nada, ya que es uno de los mejores trabajos interpretativos de toda la filmografía de Spielberg, algo que siempre le ha perseguido como punto negativo, que sus actores nunca recibían premios, hasta este año en el que Daniel Day-Lewis se llevó el Oscar por su papel en "Lincoln".
El trio protagonista formado por Liam Neeson, Ben Kingsley y Ralph Fiennes está insuperable, una lástima que no se llevaran algún premio importante por sus interpretaciones.
Liam Neeson realiza su mejor interpretación, con un personaje al que sabe aportar esa dualidad tan fuerte en la que se mueve, ya que pasa de ese aspecto inicial fuerte e imponente a llegar a transmitir después una gran humanidad y gran tristeza en esa última escena.
Ben Kinglsey tiene un papel algo más secundario pero que igualmente borda en mi opinión. Da vida a un personaje de una importancia vital en la trama, al que dota de una credibilidad total, gracias a un trabajo muy bueno.
Y por último nombrar a un casi novato Ralph Fiennes, que aquí interpreta a un personaje al que consigue que odiemos, por el que sintamos asco, protagonizando algunas de las escenas más impactantes de la película.
El resto del reparto tiene un menor peso en la historia, pero habría que destacar los buenos trabajos de Caroline Goodall y Embeth Davidtz, y en general todo el reparto de secundarios que aparecen.
Poco más que decir sobre una de mis películas favoritas, una de las que más me marcaron cuando comencé a disfrutar del cine de verdad y a ver muchas películas, de esas que puedes ver muchas veces y siempre te parece una obra maestra.
Y sobre ese final que generó cierta polémica, cuando aparecen los supervivientes reales de la historia, por el que se volvió a atizar a Spielberg por sus finales demasiado emotivos y de lágrima fácil, me parecen injustos, porque creo que no estropean el resultado para nada, aunque es cierto que sin esa escena tampoco hubiese pasado nada. Pero bueno, es una elección del director y creo que queda bien y es un detalle que te hace acabar de ver la película y volver a la realidad, comprobando que de verdad existieron esas personas a las que Oskar Schindler salvó.
Supongo que a estas alturas no quedará ningún cinéfilo o amante del buen cine sin verla, pero por si acaso... ya tardáis en disfrutar esta OBRA MAESTRA.
Mi nota: 10
Saludos.
Kasko.